Una de las áreas que más ha impactado en el desastre mundial que estamos viviendo es la moral.
El decaimiento moral generalizado en el globo (globalizado) ha sido el éxito de los métodos prácticos sobre los métodos correctos y ha llevado al mundo al estado de crisis actual posibilitando todos los desmanes que han materializado esta situación terminal que vivimos.
En este sentido cabe preguntarse dónde moño están las religiones.
Y es que las religiones tienen al menos tres aspectos importantes en el mundo: 1) Sostener una filosofía espiritual por contrapartida al materialismo que tanto ha avanzado en el pensamiento humano. 2) Ser una vía para el desarrollo de las personas cuya espiritualidad requieren de un entorno cuidado y una cultura en que puedan crecer y 3) Ser los custodios de la unidad social en el mundo ya que, custodiando la moral, el humanitarismo y el pensamiento religioso también se consigue una mínima moral social que no permita que todo el sistema se disgregue.
Personalmente creo que en el planeta, desde (como mínimo) la primera guerra mundial las religiones han fallado estrepitosamente en sus cometidos y tanto que el mundo está “con un pié en el cajón” en tan sólo 100 años mucho más que los miles que llevamos de civilización… y no es que antes fuéramos santos precisamente.
Pero hoy tenemos un papa argentino y ya sabemos el infinito nivel de bolonqui que puede armar un argentino en cualquier área.
Para colmo, este parece un argentino de los buenos. De esos que ponen las cosas en orden y se enfrentan a todo con una sonrisa como si su gestión fuera una pavada.
Pues Francisco está dando vuelta las cosas en toda la iglesia y, como si fuera poco, también en el mundo.
Su primera homilía ya fue algo de gran calidad intelectual.
Sus primeros actos fueron coherentes con esa homilía y con lo que dice el papa. Es realmente muy impresionante, en estos tiempos ver un papa que habla abiertamente olvidándose de lo “políticamente correcto” y luego actúa en consecuencia. Evidentemente cree en lo que dice y en lo que predica.
Su prédica va por una reforma completa de la iglesia católica: revisión, cambio de rumbo, humildad, relación con las personas nuevamente. Le pide a la gente que no tolere las injusticias, que no le pidan a Dios lo que deben pedir a los políticos, dice que un mundo más justo no es utópico y que podemos hacerlo posible…
Es evidente que si logra recomponer la función moral de la iglesia propiciará un cambio en la calidad humana de los fieles. Lo que puede producir un cambio social a nivel de los católicos, sí, pero también en todos aquellos a los que el catolicismo influencia directamente. Es un enorme poder el de enseñar a las personas a ser al menos un poco más felices haciendo al menos un poco más de lo correcto para lograrlo.
Algunas veces creo que este hombre no gobierna a esta iglesia, sino contra esta y a favor de la que viene… esa con la que la gente sueña… esa que los fieles esperan.
El papa Francisco afirmó hoy que los corruptos son «el anticristo», hacen mucho daño a la Iglesia y son «un peligro, ya que son adoradores de sí mismos, sólo piensan en ellos y consideran que no necesitan de Dios».