Hoy es 16/10/2014. Son las 18:53 hs.
El Ar-Sat 1 está en camino.
El cohete Ariane ha salido de la atmósfera, ha soltado los propulsores laterales de combustible sólido y está con su propulsor principal en primera etapa alcanzando la altura para poder soltar el Intel-Sat 30, que es un satélite estadounidense que viaja junto al argentino.
28 minutos luego del despegue, que ya ha sido exitoso, soltará el Intel-Sat 30 en altura orbital, y continuará hacia la altura de aproximación a la órbita geoestacionaria.
En ese punto, a alcanzar en unos 15 días, se soltará Ar-Sat 1 de los motores principales y Argentina podrá tomar control para el posicionamiento fino que tardará meses.
En ese momento tendremos nuestro primer satélite de comunicaciones en órbita.
De tantas críticas que hacemos a las acciones de los políticos, hoy nos toca valorar PROFUNDAMENTE esta actitud. Porque no es tirar una piedra con la honda sino que requiere una interminable cadena de decisiones acertadas para llegar a este resultado.
El proyecto comienza en el 2006 y comienza con la decisión política (del entonces presidente Nestor Kirchner) de comenzar este camino consciente de la magnitud del proyecto.
Cuando se elige este camino se comienza por repatriar científicos que habían salido de Argentina. Recordemos que desde Martinez de Hoz y pasando por Cavallo con el Conde Menem toda la industria y la tecnología fue destruida, y la que no fue regalada a Bush. Los científicos eran considerados un gasto inútil…
Traer de nuevo a los científicos significa más que pagarles un boleto. Significa trabajo, presupuesto, posibilidades de crecimiento, laboratorios adecuados, continuidad del proyecto… Y CADA ETAPA DEBE FUNCIONAR BIEN O TODO SE INTERRUMPE.
Es cierto que los éxitos son científicos y no políticos. Pero, si miramos un poco más profundamente hallamos la contra que un proyecto como este puede tener en el parlamento, la oposición por cuestiones económicas, políticas, de intereses extranjeros, etc. Y todo son problemas a solucionar.
La tecnología desarrollada nos coloca junto a EEUU, Rusia, China, Japón y no mucho más. Pero esa tecnología no es importada de otros países sino que es Argentina: esto significa que no estamos de prestados en esa lista sino que ES REAL.
Este proyecto se ha desarrollado exitosamente por 8 AÑOS de corrido.
En términos tecnológicos este logro implica creación y uso de todo tipo de ingeniería y materiales. Aquí hay titanio tanto como fibras de carbono, cerámicos, etc. Todo tipo de metales y plásticos. Implica todo tipo de desarrollo en ingeniería de electrónica digital, de motores, servos… Lo que quiero decir es que solucionar integralmente este problema es haber resuelto todos los problemas de cualqueir país de primer mundo en tecnología. Con un poco más de tiempo de desarrollo podremos tener toda la gama de la industria, desde la extracción del hierro de la cordillera hasta la manufactura de componentes electrónicos propios y el Know How para utlizarlos en cualquiei área.
Esto REALMENTE significa un avance concreto. Alrededor de este proyecto (ya se está construyendo el Ar-Sat 2 de un proyecto de 3 que incluyen cohetería propia y, si tenemos un punto geográfico adecuado, podría incluir el proyecto de una lanzadera propia.
Nosotros criticamos a la industria nacional por berreta. Compartimos con Lanata el sarcasmo de decir que el gobierno estaba orgulloso de que una empresa Argentina hubiera logrado construir un lavarropas con casi el 50% de tecnología nacional. En ese momento Lanata dijo: «qué locura, estamos orgullosos de poder hacer medio lavarropas. Ni siquiera uno entero !!!!».
Hoy seguimos igual en el área de la industria nacional, pero vemos que Argentina tiene la posibilidad cierta de construir el tipo de industria que se le de la gana. Para ello sólo es necesaria la desición política de permitir. Como cuando Pagani quiso hacer un auto barato argentino y había preparado toda la red de manufactura a partir de talleres chicos en distintas partes del país. En ese momento Menem no le permitió hacer eso.
Pagani se fue a Italia donde le hicieron lugar para otro proyecto suyo. Un auto de primera línea. Fue el Pagani Zonda que estuvo en la categoría de los Ferrari, de los Lamborghini, de los Bugatti… Ahora va por el tercer auto de gama Top mientras que Argentina sigue sin tener un auto propio, simple, barato, como para comenzar.
Ar-Sat demuestra que podemos hacer todo lo que podamos soñar… Basta que nos lo permitan.
Y nos lo tiene que permitir este gobierno, que es el creador de este proyecto. Pero también los gobiernos que vengan luego de este porque se debe continuar adelante y los traidores que se están postulando trabajan para el extranjero y no dudarán en regalar todo esto como ya lo hicieron los otros dos que mencioné antes (De Hoz, su hijo político Cavallo y las metástasis de Massa, Macri).
Para ellos estos proyectos conspiran contra las ganancias de sus amos del exterior. Su argumento siempre ha sido no gastar en tonterías y poner la plata en algo productivo. Pero, para desenmascarar esta mentira está el pasado de la industria nacional que fue de primera calidad en el mundo antes y el presente que muestra un desarrollo DESDE CERO a costo del 50% de las utilidades que dará este satélite en sus 15 años de vida. El desarrollo que se está haciendo en este sentido implica autonomía en las comunicaciones, que es un punto estratégico de cualquier país, pero también implica un gran negocio capaz de liberarnos de empresas extranjeras con tecnologías foráneas que nos hacen más dependientes.
Como sea, es un momento de festejo para cualqueira que sienta cariño por la Argentina y tenga deseos de verla independiente, soberana y con capacidad de mejorar socialmente.
¿Sabremos defender este logro en el futuro?